miércoles, 22 de enero de 2020

La diosa 'Democracia'

Ayer escribía yo sobre la democracia injusta iliberal que está viendo España. La base de la misma es la dictadura franquista. Tras la misma se endiosó la democracia, haciéndole creer a la sociedad que la misma era la cúspide política. Nadie le dijo a esa sociedad que esa cima no era la democracia, sino la libertad basada en la justicia, sobre la que debe fundamentarse la democracia. Ni tampoco la sociedad se preocupó por buscar ese camino por sí misma.

La famosa Transición fue una etapa política española en la cual las élites políticas, muchas de ellas del antiguo régimen, le ofrecieron a la sociedad el paso de la dictadura a la democracia. Una democracia, dicho sea de paso, tutelada por los partidos políticos, que de hecho hacían (y siguen haciendo, y además cada vez más) de intermediarios entre esa sociedad y el poder. Pero los españoles no se cuestionaron nada de eso. Procedentes de un régimen dictatorial su cultura política era inexistente. Por lo tanto aceptaron esa democracia que se les ofrecia sin nigún tipo de cuesionamiento. Y no solo la aceptaron, sino que además la elevaron a los altares de la política, considerándola no como un sistema para obtener un fin (un cambio de gobierno pacífico), sino como un bien y un fin en si misma. La democracia pasó, por lo tanto, a ser adorada en la práctica. Y cualquiera que osara criticarla (no para decir que la dictadura era mejor, sino para afirmar que hay conceptos superiores al de la democracia) fue (y sigue siendo) considerado un hereje político, calificado cuando menos como antidemócrata y en muchos casos incluso de fascista.

Repito, la elevación de la democracia al altar de la política en España es total y su adoración absoluta. Ello implica que lo que se está practicando ya de hecho es una dictadura de la mayoría (como ejemplos claro de lo que digo están las comunidades autónomas de Cataluña y el País Vasco -pero no solamente-, donde los disidentes políticos son laminados socialmente). Y lo malo es que esa mayoría no es ni tan siquiera consciente de la injusticia que está cometiendo, ya que piensa que por el hecho de ser mayoría tiene la razón. Consecuencias de adorar a la diosa Democracia en vez de considerarla un mero sistema de gobierno, basado en principios más elevados.

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