Vox ha llegado para quedarse... con la imprescindible ayuda del PSOE

Cada vez que sale una encuesta vemos que ella le da a Vox unos resultados mejores que los obtenidos en las últimas elecciones generales. Algo que sin duda debe de hacer muy feliz al socialista que resdide en La Moncloa. Mientras Vox siga subiendo no hay peligro para él. Por eso fue que le hizo la campaña al partido de Abascal en las primeras elecciones del año pasado, nombrándole en cada mitin. En la repetición electoral solo tuvo que regar un poco el fruto de su trabajo.

El discurso de Vox, bien tejido por Abascal (reconozco que me ha sorprendido lo buen parlamentario que es, pudiendo mostrarse suave y educado en las formas, pero durísimo en el fondo), está calando en partes de la sociedad española que se ven huérfanas políticamente en uno u otro asunto (desde la defensa de la unidad de España hasta la desprotecció ante la imparable llegada de extranjeros ilegales, pasando por otras muchas cuestiones).

Y Casado está perdido entre los dos lados. Muchos columnistas que no son partidarios precisamente del socialismo están criticando duramente al líder pepero. Probablemente con razón. Pero también hay que reconocer que el palentino está en lo que llamamos en ajedrez una posición miserable, que es cuando cualquier jugada que uno haga es mala. Porque si el PP se escora hacia la derecha, puede que le arrebate algunos votos a Vox (no muchos), pero perderá votos por el centro hacia Cs, incluso puede que hacia el PSOE, y sobre todo hacia la abstención. Y si ese mismo PP se mueve hacia posiciones moderadas, simplemente Vox se lo va a comer con patatas, arrebatándole por la derecha votos a paladas.

En estas condiciones, con una derecha completamente dividida en dos partidos que pelean a cara de perro por el mismo electorado, no es para nada descartable que el PSOE gane las próximas elecciones generales, probablemente convocadas para últimos de 2022 o primeros de 2023. Lo único que podría provocar una debacle socialista serían los resultados de una crisis económica, una crisis territorial fuera de control u otro cisne negro imprevisible. De lo contrario Pedro Sánchez, ególatra como él solo, no me cabe la menor duda de que va a intentar batir el record de ser Presidente de Gobierno más de 15 años y 6 meses, que ostenta Felipe González.

Y quiero aclarar a los malpensados que yo creo que la posición de Vox es completamente legítima. Incluso es probable que si hubiera una impensable unión entre PP y Vox acabara apareciendo otro partido a la derecha de dicha unión. Pero eso no quita para que, indirectamente, los votos a Vox estén asegurando la permanencia de Pedro Sánchez en La Moncloa. Las cosas como son, guste o no guste.