Pedro Sánchez no tiene ideología. Ninguna. Tan solo tiene un interés, que es, una vez conseguida y renovada su estancia en La Moncloa, seguir ocupándola todo el tiempo posible.
Me viene a la mente algo que leí no recuerdo en qué sitio, donde Sánchez decía que si estaba llevando a la práctica este gobierno (recordemos, integrado por comunistas y apoyado por sediciosos, separatistas y terroristas) es porque era el único gobierno posible. Y hay que reconocer que tenía razón. Evidentemente otro gobierno sería posible, pero sin él, condición que no se le pasa por la cabeza. Así que, con él, esta era la única posibilidad.
Volvamos al principio. Una vez renovada su presidencia, su meta es mantenerla como sea por el mayor tiempo posible. Y ahí puede estar el pequeño rayo de esperanza que yo mencionaba en el título. Pedro Sánchez no puede permitirse el lujo de una excesiva deriva hacia posiciones que contenten a sediciosos, separatistas y/o terroristas porque eso le acarrearía una caída en las encuestas, síntoma de que su salida de La Moncloa está cercana. Menos aún puede permitirse que esa mencionada deriva le pudiera enfrentar al Poder Judicial (Audiencia Nacional o Tribunal Supremo, no digamos ya al Tribunal Constitucional), porque su descrédito sería aún mayor, lo que de nuevo sería la antesala de su segura perdida del poder.
En estas condiciones hemos de reconocer que el pacto entre Sánchez y ERC es un acuerdo entre trileros. Lo mantendrán mientras les convenga, y cualquiera de los dos lo romperá sin contemplaciones si considera que esa ruptura le beneficia. Así que si ERC (o Bildu, o el PNV) exigen algo que pusiera la continuidad de Pedro Sánchez en La Moncloa, éste no dudaría en romper lo acordado e ir a unas nuevas elecciones generales, sobre todo si las encuestas le son propicias.
Evidentemente mantengo lo que dije ayer de que España está en su hora más oscura. Sufre el mayor drama político desde la muerte del dictador, gobernada por un sujeto sin escrúpulos apoyado por los que la quieren romper.
Pero aún así hay que recordar que en España hay contrapesos que hacen que el Presidente del Ejecutivo no pueda hacer lo que le venga en gana, so pena de dejar de serlo en las siguiente convocatoria electoral. Y a eso, a la siguiente convocatoria electoral, lo va a fiar todo (absolutamente todo) desde ya Pedro Sánchez, para conseguir, como dije, permanecer todo el tiempo posible en La Moncloa. Ese es, por desgracia, el único pequeño rayo de esperanza en medio de la oscuridad. Pero bueno, algo es algo y menos es nada, que dice el refrán.
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