Los brutales ataques
rusos con misiles a ciudades ucranianas por prácticamente todo el
país (ver mapa) son los llamados bombardeos de represalia y Putin los ha ordenado en respuesta a la explosión en un puente en Crimea. Lo que pretenden dichos bombardeos es que la población civil culpe de los mismos a sus gobernantes, por atacar a Rusia, y les presionen para que se rindan o al menos que mitiguen sus ataques. Y si esa población civil no lo hace sería muestra, desde el punto de vista del atacante, de que se merecían el castigo.
Uno pensaría que los bombardeos de represalia eran cosa del siglo pasado. Pero no, ahora nos encontramos con que, ya bien avanzado el siglo XXI, se vuelven a producir. El calendario avanza pero la maldad del ser humano sigue siendo la misma.
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