Se llama Yasin Kanza, marroquí, musulmán,
sin papeles, de 25 años. Ayer atentó contra personas en dos iglesias católicas con un machete, dejando un muerto y cuatro heridos al grito de "Alá es grande". Cuando finalmente la policía consiguió detenerle esbozó una sonrisa.
Pero lean esto (las negritas son mías):
La Policía había extremado la vigilancia sobre Yasin Kanza hacía cuatro días. ... Siempre le tuvieron en su radar. ... La Policía lo tenía controlado.
Menos mal.
Por cierto, que el yihadista de Algeciras estaba pendiente de ser expulsado a Marruecos desde junio de 2022 porque la Policía Nacional lo detuvo en la ciudad gaditana el 16 de junio de 2022 y comprobó que carecía de la documentación necesaria para poder residir en territorio español.
Hacía siete meses que constaba que estaba ilegalmente en España, pero no fue expulsado. Claro, si hubiera sido expulsado o encarcelado, el asesinado estuviera vivo y los heridos en perfecto estado de salud. Pero ahora sí lo expulsarán, después de que pase unos años (puede que no muchos) en prisión. Porque cabe la posibilidad de que hasta le apliquen la atenuante (no creo que lleguen al eximente, pero nunca se sabe) de estar loco. Es España.
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