Menuda se montó por el hecho de que la ministra Ione Belarra apareció, creo que en una conferencia, sin sujetador, marcándosele debajo del suéter los pezones. Por mí como si da la conferencia en tanga. Es su libertad.
Y ella misma hablaba luego de eso, de que era su libertad aparecer sin sujetador. Igual que, claro, es la libertad de las chicas izquierdistas asaltar una capilla católica en sujetador o incluso sin el sujetador. Como las Femem, vamos, que van por ahí haciendo activismo izquierdista con los senos al aire. Allá cada cual. Quitando lo del asalto a las capillas, que no me parece muy de recibo.
Pero, eliminado ese detalle, todo ese asunto de los pechos femeninos al aire, sujetador de por medio o marcando pezones, las chicas izquierdistas lo defienden como una muestra de libertad; incluso van más allá, diciendo que es una lucha contra el heteropatriarcado. Bueno, vale, ellas verán.
Lo curioso es que cuando, por la razón que sea, es una mujer a la que no se la puede identificar como izquierdista la que opta por enseñar una parte de su cuerpo (aunque, todo hay que decirlo, sea menos evidente la forma que las anteriormente citadas), como por ejemplo Chanel, entonces le cae la del pulpo. El adjetivo preferido por el progrerío patrio es que va hipersexualizada, pero en algunos casos la llegarán a acusar incluso de hacerle el juego al machismo heteropatriarcal.
Resumiendo, que cuando las izquierdistas enseñan es cuestión de libertad y de lucha contra el heteropatriarcado, pero cuando son las no izquierdistas las que enseñan, en ese caso es cuestión de hipersexualización y ceder al heteropatriarcado. Muy coherente siempre la izquierda española, espacialmente la extrema izquierda. ¿Se acuerdan de la ley del embudo? ¿Y de tener dos varas de medir, una para sí mismo y otra para los demás? Pues eso.
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