Leo a la, mucho ojo, teóloga católica en un seminario católico Janet Smith y veo que la realidad supera en mucho a lo que yo hubiera podido imaginar. Destaco algunas frases que me han llamado poderosamente la atención:
«El problema de los abusos no podrá resolverse sólo con la dimisión de algunos obispos, ni tampoco con nuevas directrices burocráticas. El problema son las redes homosexuales existentes en el clero, que tienen que ser erradicadas».
«La Iglesia tiene un problema. Hay muchos homosexuales activos que no están respetando el voto de castidad. Están los que son pederastas, que son una minoría. Pero por otro lado están otros que tienen relaciones consentidas con jóvenes seminaristas».
«Es un grupo de homosexuales activos que se protegen entre ellos para tomar el control de las diócesis. Y así muchos llegan a puestos de poder desde donde pueden ejercer presiones contra los muchos curas que no están de acuerdo con su forma de vida. Y les boicotean. Luego ayudan a los suyos a llegar más lejos en la jerarquía eclesiástica. Este tipo de gente son Harvey Weinsteins [homosexuales] con sotana. Muchos de ellos se aprovechan de los seminaristas, de los curas jóvenes o de cualquier chico que se acerque a la parroquia. Son depredadores que abusan de su situación de poder para obligar a otros miembros de la Iglesia a mantener relaciones con ellos».
"La teóloga prefiere no especificar pero denuncia que en algunas diócesis el porcentaje de religiosos homosexuales asciende al 50% de sus miembros".
Y, repito, esto lo dice una teóloga católica que lleva diecisiete años enseñando en el Seminario del Sagrado Corazón en Detroit y que anteriormente fue catedrática de Filosofía Clásica en las universidades de Dallas y Notre Dame. Indudablemente no es precisamente anticatólica. Y sin duda sabe de lo que habla.
Artículo completo en Crónica, de El Mundo.
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