Niñas de hasta cinco años casadas con hombres adultos. No lo digo yo, lo dice El Mundo. Además, violencia familiar, ancianos casados con jovencitas, amenazas para cumplir a la fuerza las tradiciones religiosas y un largo etcétera de auténticos despropósitos basados en este fanatismo musulmán.
Me quedo con esta frase que lo resume todo (o casi, porque aquí nunca se sabe hasta donde pueden llegar las cosas):
Hablamos de Cataluña porque es la comunidad autónoma donde consta un mayor asentamiento de la ciudadanos de religión musulmana y donde los servicios de Información policiales y de Inteligencia llevan años alertando de la existencia de una sociedad dentro del Estado pero ajena a éste -que, de hecho, lo rechaza- y que aplica sus propias normas y castigos, que nada tienen que ver con la Constitución ni con el Código Penal.
Y esa sociedad dentro del Estado pero ajena a éste -que, de hecho, lo rechaza-, basada en el fanatismo musulmán, está en España en general y en Cataluña en particular. Me quedo sin palabras.
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