Alucinante que Pablo Casado, lider del PP, ande proponiendo, entre otras cosas (como otra aplicación del artículo 155 de la Constitución, pero mucho más dura que la anterior), la ilegalización de partidos independentistas catalanes. Y digo que es alucinante porque cuando ellos estuvieron en el Gobierno (anteayer) no hicieron nada de eso, sino exactamente todo lo contrario. Como bien dijo Inés Arrimadas hace algunas semanas, estos del PP son expertos en decir una cosa cuando están en la oposición y hacer la contraria cuando llegan al gobierno.
Y Casado lo dice precisamente porque sabe que su propuesta no tiene ninguna oportunidad de salir adelante. Además de que la propuesta no está hecha para dejar en evidencia a Pedro Sánchez, sino para ver si puede robarle votos a Ciudadanos, partido que, ante la dejación de responsabilidades de proteger a los constitucionalistas en Cataluña, casi ha laminado al PP en Cataluña y todo apunta a que puede crecer mucho en todo el territorio nacional en las próximas citas electorales.
Pero bueno, si Casado sigue con esa filosofía de con su radicalismo seguir escorándose hacia la extrema derecha lo que puede pasar es que deje el centro completamente libre para Ciudadanos, un terreno en el que los de color naranaja se mueven como pez en el agua.
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