Leí ayer algunos titulares sobre el debate en TV3 de los cabezas de cartel por Barcelona que me llamaron la atención, así que, en vez de leer los artículos, decidí verlo para sacar mis propias conclusiones (después de ello estoy a punto de, además del español, el inglés y el portugués, incluir el catalán entre mis idiomas en mi curriculum -es broma-).
El debate me pareció en algunos puntos entretenido, aunque en otros momentos fue más bien aburrido. En cualquier caso aquí va mi opinión sobre los participantes.
Empezaré por el representante de En Comun Podem Jaume Asens. Muy correcto, muy educado. Casi daba pena cuando continúamente decía, al ser interrumpido, que le dejarán acabar, porque él no intrrumpía a nadie. Y pena es lo peor que un participante puede dar en un debate de estas características. Pasó sin pena ni gloria. Lo tenía difícil con toda la polarización entre independentistas y constitucionalistas. Y no supo en ningún momento vencer esa dificultad.
La miembro de JxCat, Laura Borràs, fue lamentable de principio a fin. Insultante, barriobajera, marrullera. En una ocasión, cuando en el bloque económico Cayatana Alvárez de Toledo estaba desgranando una lista de los gastos del procés, esta mujer le estaba impidiendo de hecho hablar con sus sarcasmos. El final a su lamentable actuación fue cuando, sin argumentos en no recuerdo el tema, acusó a Cayetana de haber nacido en Buenos Aires (como si uno eligiera donde nace), a lo que la aludida le aclaró que nació en Madrid; ante eso la tal Borrás perdió aún más los papeles. Lo dicho, lo peor de lo peor.
En cuanto a Gabriel Rufián, por ERC, me temí lo peor cuando en la primera intervación de Cayetana sacó la foto de una intervención policial el 1-O. Pero luego se puso modosito y la verdad es que se comportó bastante bien durante todo el debate. Supongo que es pura estrategia, para marcar distancias con el fanatismo con la de JxCat, partido con el que realmente ERC compite en votos. Y sí, consiguió verse medianamente moderado, la verdad. Aunque solo sea en el debate.
La socialista Meritxell Batet la verdad es que me gustó mucho. Tenía una posición muy difícil que defender, recibiendo palos desde independentistas y constitucionalistas, y lo hizo con acierto. Incluso cuando se negó a responder al tema de los indultos, apoyándose en que no hay sentencia y tal, pareció más creíble que cuando lo dice Pedro Sánchez. Muy bueno el momento en que le echó en cara a Alvarez de Toledo que los dos referéndums ilegales y la declaración de independencia se produjeron con Rajoy compo presidente, y que desde que llegó el gallego a La Moncloa el apoyo a la independencia en Cataluña no hizo nada más que crecer. El único momento en que realmente lo pasó mal fue cuando Rufián la interpeló sobre varios temas, incluido el de la negativa de su partido a que Villarejo compareciara (cuando estaba libre) en el Congreso; mientras contestaba a todo menos a esto, Rufían, a su lado, dijo tres veces "Villarejo", mientras ella no se daba por aludida. Otro momento díficil fue cuando Arrimaadas le sacó las contradiciones internas dentro del PSOE (Iceta) y que hay socialistas que atacan a Sánchez (Gonzálesz, Guerra, etc.). Pero en general la vi muy seria en sus planteamientos, sin sobreactuar y sin perder los papeles (ambas cosas que hace constantemente su jefe de filas).
Inés Arrimadas, de Ciudadanos, estuvo muy bien, como siempre. Volvió a buscar el cuerpo a cuerpo con independentistas, la socialista e incluso con el moderador, y en todos los asaltos salió vencedora. Es un terreno en el que se siente cómoda y donde gana con facilidad. Unicamente estuvo un pelín cargante con eso de que Rivera va a ganar y que quiere que le apoye en la investidura el PP; esa victoria no se la cree nadie, pero supongo que es parte del guión. Particularmente brillante cuando marcaba, una y otra vez, que el conflicto no es entre Cataluña y el resto de España, sino entre dos grupos en Cataluña.
Y finalmente decir que Cayetana Alvarez de Toledo, por el PP, estuvo simplemente extraordinaria. Sacó lo mejor de ese estilo tranquilo en las formas pero durísimo en el fondo, que hace perder los nervios a los rivales (que se lo preguten a Laura Borràs). Genial lo de que ella cree en "libertad, igualdad, fraternidad". Y lo mejor es que nadie la supo rebatir. Lo mismo que cuando dijo que la diferencia entre constitucionalismo y nacionalismo es que el primero está basado en "ciudadanos libres e iguales". Y todos callados. El único pero que se la puede poner, si acaso, es que a veces habla con un cierto tono de soberbia y superioridad. Pero son ganas de sacar algo negativo. Porque, de verdad, su intervención fue en todo momento impresionante.
En fin, un debate en suma que me confirmó una vez más que Inés Arrimadas y Cayetana Alvarez de Toledo son infinitamente mejores que sus jefes de filas. Y que el mejor gobierno en España hoy en día sería uno en el que una de ellas fuera la presidenta y la otra la vicepresidenta, sin que importe mucho el cargo que ocupara cada una.
No deja de ser gracioso que los mejores entre los partidos de "derecha" son sus mujeres, hasta en VOX, mientras que en los de izquierda son nulidades.
ResponderEliminarArrimadas, Cayetana, Monasterio vs Montero, Calvo, Montero....
Supongo que es debido a que unas están por mérito y otras por cuota..., o por relación sentimental con el macho alfa...
10:21
EliminarMuy cierto lo que dices.
En algunos casos producen vergüenza ajena, como es el caso de Carmen Calvo o el de Irene Montero.
Aunque, en honor a la verdad, Meritxell Batet me sorprendió gratamente.
Mientras no le dé al baile como Iceta, siempre será mejor :D
EliminarPor ahora, que yo sepa, no :)
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