El titular produce escalofríos: Luis Lorenzo
y su pareja obtienen la libertad provisional con cargos acusados de asesinato. Y la jueza les ha puesto dos medidas cautelares: la obligatoriedad de tener que presentarse en los juzgados semanalmente para que se compruebe que no han huido y podrán responder ante la justicia sobre la truculenta muerte de Isabel, con el supuesto interés de hacerse con su fortuna.
Vamos, que entre una presentación y otra tienen seis días para huir en automóvil a cualquier país de la Enión Europea. Algo que se podrían animar a hacer dadas las pruebas que hay en su contra (uno y dos). Porque asesinaron a la pobre mujer con, por lo menos, los agravantes de alevosía y abuso de confianza. Y además podría considerarse homicidio doloso agravado. Con lo que les podría caer una condena de hasta 22 años y medio de prisión. Así que motivos tienen más que suficientes para poner tierra de por medio. Y la jueza les deja en libertad. ¿Alguien lo entiende? Yo desde luego no.
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