Afirmo que condenar el franquismo no significa ensalzar al régimen derribado
por la Guerra Civil ni aplaudir a ningún chequista. Condenar las matanzas y asesinatos llevados a cabo en la “zona republicana” tampoco significa extender una patente de inocencia
a los franquistas. Pero eso resulta difícil de entender en España: corazones duros y molleras de granito.
Hace ya mucho tiempo que hice referencia al artículo de donde he extraído la cita. Hoy lo quiero utilizar para enfatizar algo que me vino a la mente. Cuando alguien ose criticar cualquier cosa del franquismo los unos le acusarán de progre, socialdemócrata o semejante. Y cuando alguien se atreva a criticar igualmente cualquier cosa de la época republicana los otros le tildarán de facha, fanático o parecido.
Ni los unos ni los otros entienden que el liberalismo pasa por criticar a todo el que persiga la libertad. Que el liberalismo es defender la libertad en solitario, sin unirse a quienes la persiguen, sean del signo que sean. Que el liberalismo es denunciar a los que, queriendo hacerse pasar por liberales, lo que buscan es coartar la libertad de sus oponentes. Que el liberalismo es defender cualquier idea, por opuesta que sea a la propia. Que el liberalismo es poner en evidencia al que busca limitar las ideas contrarias, sean éstas la que sean y se haya producido ello en la época que se haya producido.
Por eso el camino del liberalismo es difícil. Por eso es muchísimo más fácil adjetivarse como liberalconservador para defender al franquismo y sus barbaridades. Por eso es muchísimo más fácil adjetivarse como liberalprogresista para defender las barbaridades de la época republicana.
Es difícil criticar los abusos a derecha y a izquierda, porque entonces, como ya me avisó un buen amigo hace años, te llevarás los palos de los dos lados.
Pero también alguien dijo que nada que vale la pena es fácil. Y el liberalismo no habría de ser una excepción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.