El equipo del que soy aficionado desde mi niñez
ganó su decimocuarta Copa de Europa (yo soy un clásico, a mí eso de UEFA Champions League me suena raro). Y la ganó bien. A pesar de no controlar el partido (el portero madridista fue el gran héroe de la noche) y que al final debió resolver en varias oportunidades de gol en las que falló; y yo temía que esos errores le pudieran costar el campeonato, porque cuando uno perdona ante un equipo como el Liverpool eso le puede costar muy caro. Pero no fue este caso. Al final el Real Madrid venció y se llevó
La Catorce a casa, algo que parecía imposible viendo la trayectoria en las eliminatorias. Habiendo además
ganado este año también el Campeonato Nacional de Liga. Bien. Muy bien.
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