Macarena Olona es mujer, inteligentísima, tranquila, femenina, segura de sí misma, relativamente joven, guapa, excelente parlamentaria e incisiva (por lo menos). Una joya en política, vamos. Muy buena. Puede que hasta demasiado buena. Para Abascal. Un tipo al que le gusta ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y el muerto en el entierro; que ha convertido a Vox en su coto personal; que delega lo que no le queda más remedio.
Puede que por esa razón, porque Abascal la considera un peligro para él en el Congreso, ya que quiere todo el protagonismo y ella se lo roba, el de las barbas la ha mandado a Andalucía. Pero tal vez la maniobra le sale mal al líder voxero y bien a todos los demás (incluido Vox) y seguimos disfrutando de Macarena Olona en el Congreso con el tema del empadronamiento. Veremos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.