Ayer escribía (perdón por moverlo al día siguiente, por error) acerca de que Europa se avergüenza de sus raíces cristianas, y que probablemente si sigue por ese camino podría ir al precipicio de ser destruida por el islamismo. En el lado opuesto a esa Europa que se avergüenza de sí misma me llama la atención el orgullo de los Estados Unidos. Evidentemente Estados Unidos ha cometido muchos errores, tanto en su política interna (por ejemplo la esclavitud) como en la exterior (por ejemplo también, el intervencionismo militar en otros países), errores de los que, dicho sea de paso, tampoco es ajena Europa (¿de dónde provienen los negros en América Latina? ¿quién colonizó América Latina y Africa?).
Pero lo que me llama la atención de Estados Unidos es que ha asumido su pasado (por ejemplo, se enseña en las escuela del terrible error que fue la esclavitud), y se enorgullece de todo aquello que es positivo. Es igualmente interesante como un país con apenas un par de centenares de años de historia tiene tantos y tantos iconos históricos que son respetados por todos y enseñados en las escuelas a los niños casi desde que empiezan a estudiar. Todo lo contrario que en Europa, especialmente en España, donde la historia común es ignorada, cuando no insultada y humillada.
Soy consciente de que en el pasado muchos han sido los errores que España ha cometido a lo largo de su historia; supongo que como cualquier otro país, que en este tema nadie hay libre de pecado que pueda tirar la primera piedra. Pero me choca mucho que un país con más de dos mil años de historia no sepa sentirse orgulloso de las cosas buenas que han ocurrido en ese tiempo, que obligatoriamente tienen que haber sido muchas, mientras que otro país con poco más de doscientos años de existencia cuida y respeta su legado. Ojalá España supiera hacer lo mismo; ojalá lo aprendiera antes de caer despedazada por los nacionalismos y el islamismo.
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