El sujeto está acusado de asesinar, descuartizar, quemar, meter en bolsas de basura y hacerlas desaparecer en el mar a su esposa, hasta el punto de que lo único que se pudo encontrar fue un fragmento del pulmón de la víctima. Fue arrestado y encarcelado en prisión provisional, pero como no se ha podido llevar a la práctica el juicio ¡en cuatro años! deberá ser puesto en libertad el próximo lunes hasta que dicho juicio se celebre.
Lo mejor de todo (es un decir, claro) es cuando uno lee que en cuanto al retraso para la apertura de juicio oral, se argumentó que se debía a los múltiples recursos presentados por la defensa. Lástima que no dice de quien partió ese argumento (menudo periodismo). ¡Pues claro! Es que para eso está la defensa, para hacer todo lo posible en beneficio de su cliente. ¿Y para qué está el juez instructor? Pues, por lo que se ve, parece que para nada.
Pero tranquilos, que todo está bajo control. Al fulano se le impondrán tres medidas cautelares: tendrá que comparecer diariamente en los juzgados, se le retirará el pasaporte y se le prohibirá que salga del país. Y todo arreglado. Por supuesto, como va a respetar dichas medidas, nunca se le ocurrirá pagar a alguien para que le traslade por mar al cercano Marruecos, o montarse en un avión hacia la península y luego desaparecer cruzando por tierra la frontera con Francia. Solo son dos ejemplos.
En fin, que esta es la "Justicia" española. Eficiente, ¿eh?
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