Vaya por delante que este canalla debería pasar lo que le queda de su miserable vida en prisión. Pero el asesinato de esta mujer embarazada fue perfectamente evitable. Era una auténtica locura que esta mujer, teniendo un novio con quien quería rehacer su vida y de quien era el hijo que estaba a punto de nacer, viviera temporalmente con su ex, completamente celoso y maltratador, quien anteriormente había estado en prisión por matar a otro hombre.
Algunos (y algunas) dirán que era su derecho. Pues sí, es verdad. Pero ahora está muerta. Inmerecidamente, sin duda. Pero muerta.
Mejor sería para las mujeres, todas las mujeres, tomar medidas de protección, para no acabar como Elena. E ignorar a los (y a las) que les dicen lo contrario.
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