El apaciguamiento nunca ha funcionado y Marruecos no es la excepción

En marzo de 1938 Hitler invadió Austria y la anexionó a Alemania. Ni Gran Bretaña ni Francia hicieron nada, para evitar un enfrentamiento bélico con Alemania. Seis meses después Hitler exigió que esos países le entregaran los Sudetes, regiones fronterizas checoslovacas con Alemania. Gran Bretaña y Francia se los entregaron en los vergonzantes Acuerdos de Múnich, porque sus gobernantes estaban seguros de que así se evitaría una guerra en Europa con Alemania. Pero, claro, Hitler no se conformó y en marzo de 1939 siguió con la invasión total de Checoslovaquia. Fue cuando Alemania y Francia empezaron a ver las orejas al lobo. Un lobo que volvió a atacar, esta vez en septiembre de 1939, invadiendo Polonia. Fue el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Pero aquello sucedió hace más de 80 años y las cosas han cambiado mucho desde entonces. ¿Seguro? En 2014 Putin anexionó ilegalmente a Rusia la región ucraniana de Crimea. La comunidad internacional lo criticó, pero no hizo nada. Ocho años después Putin procedió a un intento de invasión total a Ucrania.

En marzo del pasado año Pedro Sánchez, tras una grave crisis migratoria con Marruecos, reconoció que la mejor solución para el Sáhara Occidental era convertirse en una provincia marroquí. La idea era que el rey de Marruecos, Mohamed VI, se quedara tranquilo definitivamente. Poco ha durado la tranquilidad. Marruecos ahora exige que España se implique de alguna forma en la lucha de Marruecos contra el Frente Polisario. Y claro, si España cede luego pedirá que la implicación sean mayor.

La única forma de mantener a Marruecos a raya es lo que hizo José María Aznar. Responder a la fuerza con más fuerza.

Aunque, claro, siempre cabe que ante tal demostración de fuerza el contrario te monte un atentado terrorista con la idea de cambiar los resultados de unas elecciones. Y hasta es posible que los votantes se acobarden y colaboren con los terroristas.

Y también hay que añadir que a la hora de tomar ciertas decisiones internacionales tiene su importancia que el enemigo no le haya sacado a ningún miembro del Gobierno algo de sus teléfonos con lo que poder chantajear.