En estos días se está hablando de llegar a un acuerdo con Rusia para que finalice la guerra que este país provocó al invadir Ucrania. Ese acuerdo, en buena lógica, pasaría por firmar un acuerdo de paz y que las fronteras se quedaran como están a día de hoy (se pueden ver en el mapa al lado). Es una posibilidad, a cambio, eso sí, de la entrada de Ucrania en la OTAN de forma casi automática, una posibilidad que ya mencioné hace un año. Ello es así porque, como dije, la OTAN no aceptará en su seno a Ucrania mientras tenga disputas fronterizas, algo que se aplica a cualquier país candidato.
La posibilidad de reconocer sin más como fronteras los actuales frentes de combate me parece una auténtica barbaridad, porque lo único que haría sería legitimar la invasión, con la posibilidad (tal vez probabilidad) de que Rusia en el futuro volviera a iniciar otra invasión, no para controlar todo el país, pero si con la vista puesta en Odesa y su estratégico puerto, el sur de Ucrania, cegar a este país por completo su salida al mar y unir Transnistria con Rusia, algo que, y esto es muy importante, ya Putin intentó sin éxito al principio de esta guerra. Recordemos que la invasión de Crimea se cerró con la OTAN mirando para otro lado y ya vemos el resultado.
A lo que hay que añadir que dejar a Rusia que se salga con la suya ahora lo único que haría es dar un peligroso aviso a otros países que puedan tener conflictos territoriales en el futuro de que pueden solventarlos con una invasión guerrera.
Hablar de darle una salida honorable a Putin es una auténtica estupidez. Si Rusia no avanza más en el terreno es simplemente porque no puede, no porque busque la paz. Y todo lo que sea hacer concesiones al tirano ruso es apoyarle para que emprenda nuevas guerras en el futuro.
Lo ideal sería, como se hizo con Alemania en la Segunda Guerra Mundial, invadir Rusia y desputinizarla. Pero ese objetivo se antoja complicado, más que nada por el hecho que no se le escapa a nadie de su posesión de armamento nuclear. Si no lo tuviera, es posible que a esta hora la OTAN ya estuviera en Moscú.
Así que lo único que queda es humillar a Rusia, cuanto más mejor, para que aprenda a no volver a hacerlo y como un aviso a navegantes. Repito, la entrada de Ucrania en la OTAN tras la firma de la paz podría ser la solución.
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