martes, 15 de noviembre de 2005

Asco me produce siempre

Sé que soy repetitivo con este tema. Pero es que es lo mismo que siento siempre que se produce un compadreo político entre una democracia y una dictadura. Asco. En esta ocasión ha sido entre España y China, al más alto nivel. ¿La razón? El dinero, por supuesto. Un dinero que compra conciencias de los políticos occidentales en general (me da igual su signo político; el tirano chino estará también en Gran Bretaña y Alemania) y españoles en particular (me da también igual la tendencia en este caso). Unas conciencias que se venden cobardemente para olvidar las persecuciones políticas y religiosas que se están llevando a cabo sistemáticamente en China, con terribles violaciones de los derechos humanos. Sinceramente, cuando veo cosas como éstas se me quitan las ganas de seguir comentando la actualidad política, porque a veces todo me parece una gran farsa. Pero en fin, por aquí espero seguir, aunque sea reprimiendo las ganas políticas de vomitar.

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