Irán amenazó con cerrar el Estrecho de Ormuz, un punto por el que cruza un tercio del petróleo consumido en el mundo. Estados Unidos le ha contestado que si lo cierran ellos lo abrirán en menos de 24 horas. Ello implicaría la destrucción total de la armada iraní, gran parte de su fuerza aérea y una parte significativa de su ejercito terrestre, incluyendo todo ello, además de la batalla naval, ataques en tierra y aire en las zonas iraníes del estrecho. Vamos, una guerra espantosa.
Lo anterior se une a la permanente posibilidad de que un día u otro a Israel se le acabe la paciencia y lance una ataque aéreo para destruir el programa militar nuclear iraní, que de consumarse supondría no ya una amenaza, sino una seguridad de la desaparición de Israel como nación.
Así están las cosas, nada bien. Y mientras tanto Irán gobernado por unos fanáticos a quienes no les importaría condenar a la destrucción de una guerra a su propio pueblo a cambio de molestar un poco a Estados Unidos.
Quiero equivocarme, pero tengo la impresión de que, por un lado o por otro, la guerra con Irán no va a tardar en comenzar.
La guerra con Iran ya la tenemos, pero soterrada.
ResponderEliminarQue llegará es seguro. Por dónde empiece ni idea, pero llega.
Los iranies estan inmersos en una carrera hacia adelante de la que tienen dificil salida.
ResponderEliminarEllos se han hecho la cama solitos, y ahora nos van a meter a todos en ella.