Lo de este hombre es casi increíble. En sus primeras elecciones como candidato, en 2015, cosecha el peor resultado de toda la historia democrática reciente para el PSOE en unas generales, 90 diputados. Pero es que en las del año siguiente consigue batir ese record, con cinco menos, lo que lleva al PSOE a un descalabro de 85 asientos.
Ese mismo año, el PSOE forzó su dimisión como Secretario General del partido y ante la decisión del Cómite Federal de abstenerse para permitir la investidura de Rajoy, dimitió como diputado por estar en desacuerdo con dicha resolución. Todo apuntaba a un prematuro final de su carrera política.
Pero, enfrentándose a todo el aparato del partido, que apoyaba a Susana Díaz, consiguió recuperar el liderazo socialista en las primarias de 2017. Y el año siguiente, con sus exiguos 85 diputados (recordemos, el peor resultado de la historia del PSOE desde la reinstauración de la democracia), consigue llegar a la Presidencia del Gobierno a través de una moción de censura, la cual fue apoyada por extremistas de izquierda, filoterroristas y secesionistas condenados.
En 2019 le fue imposible sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado de ese mismo año, viéndose obligado a convocar elecciones anticipadas. Todo apuntaba a que, debido a ese fracaso en sacar adelante los PGE, así como a los turbios apoyos parlamentarios con los que consiguió sacar a Rajoy del poder, el socialista cocecharía un sonora derrota electoral.
Pero no. Las ganó (la primera vez que lo hacía) con 123 diputados. Aunque fracasó en ganar la investidura y se convocaron automáticamente nuevas elecciones para ese mismo año 2019. Que volvió a ganar, pero con tres diputados menos. Con los que, incumpliendo todas sus promesas de la campaña electoral, consiguió ganar la investidura y presidir un gobierno de coalición con la extrema izquierda apoyado, como la moción de censura, por filoterroristas y secesionistas condenados.
Con esos mimbres se enfrentó, de una manera totalmente incompetente, a la pandemia del coronavirus, que todo apuntaba a que sería su final político. Pero aguantó la situación, permaneciendo durante toda la crisis sanitaria el primero en las encuestas electorales.
Encuestas electorales que le son desfavorables desde que Ayuso casi arrasó en las elecciones autonómicas madrileñas. ¿Será esto el final político de Pedro Sánchez? Podría ser. Pero no es nada seguro en un hombre que políticamente esta acostumbrado a vivir al filo de lo imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.