Al menos el pateador ya no está en el Congreso. Parece que la idea de Pedro Sánchez era que se quedará, como ya apunté, pero a Meritxell Batet le ha venido a la mente el caso de Carme Forcadell y lo ha puesto de patitas en la calle. Porque Sánchez ya dijo que eso era cosa del Congreso. Así que la que iba a acabar su carrera política de mala manera sería ella y no él.
Y Podemos, por boca (o más bien dedos) de la ministra Ione Belarra, se ha cabreado. Mucho. Tanto que los podemistas se van a querellar contra la Presidenta del Congreso por nada más y nada menos que prevaricación.
La cosa está caliente y nos vamos a divertir.
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