Nunca imaginé ver un Gobierno en España apoyado por terroristas, secesionistas, separatistas y ultracomunistas. Y es que en toda esa amalgama que ha conseguido aupar a la Presidencia a Pedro Sánchez no hay ni un solo partido que, de una u otra forma, no quiera hacer daño a España. Repito, ni uno. Que ya es decir.
Además de los socialistas de Pedro Sánchez, tenemos a los terroristas de Bildu, a los secesionistas de Covergencia y ERC, a los separatistas del PNV y a los ultracomunistas de Podemos. Los primeros cuatro darían lo que fuera para conseguir la independencia de España, mientras que Podemos daría lo que fuera para conseguir cargarse la democracia en España.
¿Por qué estos cinco partidos han apoyado a Pedro Sánchez como Presidente? ¿Qué es lo que Sánchez les ha prometido? ¿Cuándo va a empezar a pagar la factura?
Son preguntas cuyas respuestas se me antojan simplemente dramáticas. Mucho me temo que Sánchez, con una debilidad parlamentaria evidente y una cortedad de miras igual de evidente, va a tener que tomar decisiones que dañen a España, porque, digámoslo claramente, sus apoyos en el Congreso son los enemigos de España.
Ha llegado para España su hora más oscura políticamente desde 1978. ¿Cúanto durará? Esperemos que no tanto como para que el daño sea irreparable.
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