La carta de Andrés (en la foto) es eso, brutal. Pero aún así la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid dice que no fue por el acoso. Y el canalla acusador, que fue detenido, ya está libre.
Por cierto, que en este mismo instituto se suicidó hace cuatro años otra chica, también de 16 años, después de sufrir un salvaje acoso durante tres meses por un compañero.
Y otro añadido. En ese mismo centro hay una madre de una alumna que ha puesto dos denuncias en menos de cuatro meses ante la Policía por el acoso que sufre su hija, de 13 años, sin que el centro educativo haya tomado ninguna medida. Ahora, a raíz del suicidio de Andrés, parece que van a hacer algo.
El drama del acoso escolar en España es una plaga. Contra la que se está haciendo muy poco. A la vista está.
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