El indendio de Notre-Dame es sin duda una gran pérdida desde el punto histórico. Es triste ver arder una catedral construida hace casi mil años. Espero que los franceses puedan reconstruirla. No será lo mismo, pero, eso sí, seguirá siendo Notre-Dame.
Por otra parte, me llamo poderosamente la atención esto que leí:
Notre-Dame, la joya del gótico francés cuya primera piedra se puso hace casi un millar de años sobre un legendario santuario celta donde a su vez los romanos erigieron un templo a Júpiter.
Estamos hablando de una sucesión de lugares de culto paganos. Primero fue el lugar donde los celtas adoraban a quién sabe qué dios falso. Luego llegaron los romanos y, en el mismo lugar, evidenciaron su victoria con un templo al dios falso Júpiter. Y después llegó la Iglesia Católica y, también en el mismo sitio, erigió un majestuoso templo a su diosa falsa la Reina del Cielo (por cierto, que algunas de las esculturas de Notre-Dame son más que inquietantes).
Y sí, me conozco el argumento católico. Allá donde los paganos edificaron lugares de culto falsos nosotros edificaremos lugares de culto verdaderos. Pero es una falsedad tan grande como la catedral de Notre-Dame. Allá donde los paganos edificaron lugares de culto falsos la Iglesia Católica los reedificó cambiándole el nombre, donde los mismos paganos siguieron adorando a un dios o diosa falsos con otro nombre. Como en Notre-Dame.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.