No me resisto a regocijarme (de nuevo y en particular) con el espectacular batacazo que se han pegado las (y los) de Unidas Podemos.
Y con Iglesias, un tipo de ama un micrófono y una cámara como no se puede explicar, pero que desapareció cobardemente en la noche electoral (la foto es cuando fue a votar, y luego no se supo más del chico).
Hace tiempo, cuando Podemos e Iglesias estaban en la cresta de la ola, dije que llegaría el día en que se la pegaran en toda regla, y que en ese momento yo esperaba seguir por aquí para contarlo. Pues nada, que parece que ese día está cerca. Por fortuna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.