miércoles, 18 de mayo de 2022

Me pongo del lado de la extrema izquierda y otros extremistas

No, no me he vuelto loco. Pero en el tema de la visita de Juan Carlos de Borbón a España no me queda más remedio, a mi pesar, de ponerme del lado de la extrema izquierda y otros grupos de extremista pelaje.

Efectivamente el sujeto es un "ladrón", un "corrupto", un "sinvergüenza" y un "caradura". Y es incomprensible que regrese a España (a lo que tiene derecho, sin duda) "de vacaciones", "para participar en una regata" y "comer bien". Es que con esto parece que, sí, "se ríe de los españoles". Y lo que debería hacer, en vez de esta payasada, es dar "explicaciones de todo el dinero que han recibido y del que se han llevado".

Ampliando el foco, la Constitución Española tiene "una institución monárquica diseñada para delinquir con impunidad" con el tema de la inviolabilidad del Rey, como se ha demostrado con este tema, ya que ha sido imposible meterle mano judicalmente a las tropelías del Borbón precisamente por eso, por su inviolabilidad constitucional. Y lo anterior sin la menor duda es "un problema gravísimo para la democracia" porque, en definitiva, "permite a la Monarquía cometer delitos y que no sean perseguidos".

Y claro que el Rey emérito "no está desentrenado en tener una cara tan dura", lo ha demostrado a lo largo de toda su vida, tomando España como se cortijo particular y riéndose a la cara de todos los españoles, vez tras vez.

Sobre que la derecha "intente blanquear a un sinvergüenza", pues sí, pero añado que la extrema derecha (Vox), la derecha (PP), el centro (Cs) y la izquierda (PSOE). Y es que, por desgracia, los únicos que se atreven a decir la verdad sobre el sujeto son la extrema izquierda, los secesionistas catalanes, los bilduetarras vascos y los nacionalistas, que ya es decir.

Por supuesto que lo que a este a elemento debería exigírsele es que "dé explicaciones de todo el dinero que ha recibido y del que se ha llevado". En estas circunstancias la visita del Emérito "sería un cachondeo si no fuera un escándalo".

Evidentemente el problema (uno de ellos) sobre este individuo es "la imagen, toda su actividad, sus gestos y su comportamiento y de dónde viene su fortuna". Y sí, la "vergüenza le acompañará toda su vida". Pero la ajena, porque vergüenza no creo que tenga ninguna.

También el Emérito "le ha perdido el respeto al conjunto de los españoles que le han mantenido hasta ahora". Bueno, no, no se lo ha perdido, porque nunca los ha respetado; simplemente los ha utilizado para su beneficio.

Está clarísimo, como dije anteriormente, que "sus delitos no se han perseguido porque están protegidos por la inviolabilidad". Y esa inviobalidad del monarca debería ser regulada ya "más allá de que el Jefe del Estado se comporte bien o como un sinvergüenza".

El "asombro" porque en la Casa Real, o sea, en las cercanías de Felipe VI o él mismo, le aconsejen a Juan Carlos I "un poco de decoro" también lo comparto.

Y, claro, esta visita no es más que "una operación de blanqueo" (aunque puede que al final les salga el tiro por la culata y se convierta en todo lo contrario, para el sujeto y para la Monarquía), pero con ella "no se conseguirá tapar las irregularidades que ha cometido", porque ahí quedarán, para recuerdo del que lo desee.

Por lo demás, sí, la "inviolabilidad perpetua debe revisarse y regularse" porque "tanto el Rey emérito como el actual viven en la impunidad".

Y, finalmente, esta visita es un "espectáculo real en todos los sentidos". Con la que está cayendo en España.

Así están las cosas.

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