Se podrán decir muchas cosas de Macarena Olona, pero desde luego no que es una mujer sin carácter. Y vaya si lo está sacando. Cuando le han dicho desde Vox que este es el fin del camino ella ni corta ni perezosa les ha respondido que esto es sólo el principio del camino.
Ya lo dije:
Los dirigentes de Vox creen que se acabó el culebrón. Qué equivocados están. Únicamente ha terminado la introducción. Ahora empieza lo bueno.
Y así es. Hace un par de días, además, en su encuentro con García-Abadillo le dijo que, aunque tenía financiación para hacerlo, no quería montar un partido, añadiendo un detalle: por ahora. Y después prosiguió que tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo decidiré si doy el paso al frente.
Pero hay un detalle no menor. Desde ahora hasta las municipales y autonómicas quedan exactamente ocho meses. Y Olona no puede estar todo ese tiempo desaparecida, porque de ser así su proyección política actual desaparecería casi por completo. Así que veremos cuales son sus siguientes pasos para mantenerse en el candelero, ya definitivamente fuera de Vox y con las espadas en todo lo alto entre Abascal y ella.
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