Aparentemente la meta del PP en las elecciones autonómicas de mayo primero y en las generales que previsiblemente se celebrarán a finales de año después es la de sumar un escaño más que toda la izquierda para no depender de Vox. En las autonómicas dicen que están dispuestos a repetir elecciones antes de tener gobiernos de coalición con Vox. Y, lo mejor de todo, en las generales, lean textualmente, quizá con ellos, sumaría... más que el bloque de la izquierda... si Vox queda fuera del Ejecutivo, y es en ese escenario donde se mueven los populares para poder tejer una mayoría que permita el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo con un Vox «que no tendría más remedio que abstenerse en la investidura salvo se alineara al bloque de la izquierda».
Y a mí me dio la risa. Ya en Castilla y León el PP intentó sumar más que toda la izquierda uniéndose a fuerzas minoritarias y Vox dijo que en ese caso votarían en contra. En Andalucía dijeron los voxeros que votarían en contra si no entraban en el Gobierno. Y en la Comunidad de Madrid Vox unió sus votos a izquierda y extrema izquierda, tumbando los Presupuestos del PP para 2023.
Si el PP piensa que Vox se va a conformar con unas simples promesas del PP para apoyar investiduras por pasiva, absteniéndose, lo lleva crudo. Los voxeros ya quieren gobernar. Y si no les dejan hacerlo, los del PP no alcanzarán gobiernos donde no tengan mayorías absolutas.
Y lo anterior es aún más aplicable al Gobierno de la nación. Vox va a por todas y Feijóo sueña si cree que Vox va a permitir su investidura sin entrar en el Gobierno.
Algo que, por cierto, es lo normal y lo que lleva haciendo el PSOE desde 1983.
Como he dicho otras veces, nos vamos a divertir. En esta ocasión con la partidocrática política de alianzas. Primero en las autonómicas y después en las generales. Compren palomitas y siéntense cómodamente ante el ordenador, la tablet o el móvil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Después de siete días de la publicación de un artículo todos los comentarios necesitan aprobación.