Hoy os cuento que hace algún tiempo leí no recuerdo donde que Ana Botín había acabado políticamente con Albert Rivera. No le di más importancia que un rumor. Pero hace unos días me enteré, con mucho retraso, del tuit de Juan Carlos Girauta publicado un par de días después de las elecciones en las que Ciudadanos sufrió un desastre electoral y borrado tres minutos después. el cual acompaña a estas artículo. Y sume dos y dos.
El pasado 15 de junio me hacía yo una pregunta en este blog. Lo que yo ignoraba entonces es que esa interrogante ya estaba contestada desde el 29 de abril. Un texto que me he encontrado hace pocos días buscando información sobre el tema, y que explica a la perfección el tuit de Girauta.
Y ahora llega otra pregunta: ¿cómo consiguió Ana Botín ese desastre electoral para Ciudadanos al que se refiere indirectamente Girauta? Pues con los ataques que sufrió Ciudadanos y Albert Rivera de cara a las elecciones del 10-N por los mismos que escribian continuamente que debía apoyar a Sánchez tras los previos comicios del 28-A. Unos columnistas y tertulianos, llamados periodistas, a sueldo de Ana Botín que fueron utilizados por ella para conseguir esa meta del desastre electoral del partido centrista.
¿Demasiado truculento? Puede ser. Pero es de lo que yo estoy convencido, vistas las posiciones de esos escribidores.
Aclaro que no creo que fue la única razón del batacazo electoral del partido naranja. Un líder políticamente desnortado y psicólogicamente inestable (por ser suave) cooperaron mucho. Un Vox al alza, con un discurso mucho más nacionalista español que Cs, le hizo perder una inmensidad de votos. Una polarización PP-PSOE hizo que mucho voto anti-Sánchez se fuera directamente al partido de la gaviota.
No, los periodistas vendidos no fueron la única razón del desastre electoral de Ciudadanos. Es posible que ni tan siquiera la principal. Pero ese no es el punto. El punto es que esos periodistas se vendieron. Y se siguen vendiendo. Por eso digo que son chusma mediática vendida (literalmente) al poder económico. En aquel caso para dar caza a Rivera. Hoy para dar caza a Arrimadas. Mañana para lo que se tercie. Porque en realidad no son periodistas. Son solamente la voz de su amo. Un amo que es el poder económico. Persoficado, por ahora, en la poderosísima Ana Botín.
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