Desde hace algún tiempo vengo pensando en España como un estado fallido. Sin ánimo de ser exhaustivo quiero anotar
a continuación algunas de las característicias que veo que me han llevado
a dicha conclusión.
1. Las autonomías están llevado a España a una disgregación, en la cual cada una magnifica lo que separa e ignora lo que une.
2. El gasto autonómico es inasumible para los contribuyentes de un país relativamente pequeño y también relativamente pobre.
3. La inmoralidad está llevando a jóvenes y no tan jóvenes a vivir vidas desenfrenadas, con todo lo que ello implica.
4. La falta de autoridad en padres, profesores y fuerzas del orden está llevando a la juventud a rebelarse contra todo orden establecido.
5. Como consecuencia de lo anterior la delincuencia y la inseguridad están en constante aumento.
6. Un sistema judicial que en general premia al delicuente y castiga a la víctima.
7. Un sistema educativo que castiga la meritocracia y favorece la vagancia.
8. El bajo índice de natalidad, que deja asegurada la necesaria falta de reemplazo generacional.
9. Sumado a lo anterior una inmigración inasumible por un país como España, que asegura la sustitución de la actual sociedad por otra intregrada por latinoamericanos, europeos del este, musulmanes y subsaharianos; las consecuencias de ello ya se están viendo muy a las claras donde dichas comunidades son mayoría.
10. La promoción en todos los ámbitos, incluido el educativo desde la más tierna infancia, de la homosexualidad y la transexualidad, que afecta directamente a la institución en la que se debe basar toda sociedad con idea de permanencia, la familia.
11. Una sociedad infantilizada, que pretende salvar el planeta cuando no es capaz de salvar ni su barrio.
12. Una juventud que pretende tenerlo todo sin tener que luchar por ello.
13. Un Estado confiscador (multas, impuestos) y limitador de las libertades, ante la pasividad de los españoles.
14. Unos políticos totalmente mentirosos, sin que esa mentira sea castigada, porque los votantes más que permitirlo parece que lo animan.
15. Unos políticos corruptos, igualmente con la permisividad de los votantes.
16. Un país que aúna lo peor de Francia (islamismo), Alemania (antisemitismo) y Kosovo (disgregación).
Probablemente se podría seguir, pero lo anterior ya forma un cóctel explosivo que estallará de muy mala manera más tarde o más temprano. ¿Se puede revertir? Sí, claro. Pero creo que no se hará. Porque desde que comencé a escribir este blog, hace ya 17 años, lo único que he visto ha sido que todas las características anteriores han ido agravándose con el tiempo. Y un globo tiene un límite del aíre que se puede insuflar dentro, rebasado el cual simplemente explota. Explosión a la que, lamentablemente, me temo que llegará España.
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