Parece que se considera el heredero del legado de Aznar (que yo no sé muy bien que fue lo que legó, pero bueno), así que se supone que querrá hacer algo parecido a lo que hizo el del bigote. Si puede. Porque también es posible que acabe como la única sorpresa hasta ahora en esto de las elecciones del líder pepero, Hernández Mancha.
Por lo pronto me ha sorprendido mucho que el asunto del máster ha desaparecido como por arte de magia durante todo la campaña. Pero, si pasó algo irregular, volverá a aparecer. Y en el momento más inoportuno.
En fin, veremos lo que da de sí este hombre, que tiempo habrá para ello.
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