Dicen que Puigdemont amenaza con retirar el apoyo a Pedro Sánchez. Y por otro lado que Sánchez baraja convocar elecciones en otoño con las andaluzas si peligra su mayoría.
Pues eso, que mojado amanece.
De todos modos no creo que sea para tanto. Por dos razones. La primera porque no serías una tragedia para el PSOE esas elecciones, donde todo apunta a que podría quedar como el partido más votado. La segunda porque todo esto de Puigdemont puede ser solamente una baza para chantajeas (aún más) a Sánchez; y es que ese adelanto electoral podría llevar a unos números (partidocracia en acción, no me resisto a hacer el apunte) en los que el PdeCat (o la Crida, o lo que sea) ya no fuera decisivo, como lo es ahora.
Así que si hay elecciones, bueno; y si Sanchez cede al chantaja del de los raros, muy malo. Veremos que carta sale.
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