El sujeto fue condenado nada más y nada menos que por violación y asesinato. Y una educadora social (que debe ser alguien con un determinado nivel de estudios) se enamora de este elemento y le
acompaña en su fuga a través de Africa. Lo dicho, no entiendo a algunas mujeres.
Pues está claro, como tampoco se entiende a algunos hombres... y es que resulta que en ambos casos hablamos de seres humanos.
ResponderEliminarYa, pero que una mujer (y encima de nivel educativo medio-alto cuando menos) se vaya con un violador asesino es ponerse en un riesgo altísimo que, repito, no me entra en la cabeza.
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