"La sentencia de la Audiencia alavesa que le condenó por asesinato y violación señalaba que actuó con una “violencia inusitada”, que la víctima asesinada murió asfixiada y que la violó. Además, indicaba que cuando ya había fallecido, el condenado le cortó el cuello." Por ello fue condenado a 26 años y medio (bastante poco, porque debió ser condenado a cadena perpetua).
Pues bien (es un decir) a un sujeto de esta calaña el juez de vigilancia penitenciaria le había concedido varios permisos. Y en el último no ha regresado a prisión. Y ahora le andan buscando. Como otras veces, la verdad es que no sé qué decir ante tanto buenismo ineficaz de la Justicia (también es un decir, claro) española.
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