Un sujeto la emprendió a tiros indiscriminadamente en un restaurante de Toronto (Canadá), con el resultado de dos víctimas mortales inocentes (una niña de 10 años y una joven de 18) y trece heridos. A él
le costó su miserable vida.
Al final resulta que el asesino era un "psicótico", "depresivo" y "con graves problemas de salud mental"; el hecho de que fuera musulmán parece que fue un hecho meramente casual.
La verdad, honestamente, no sé que decir ante tanto fanatismo musulmán, ante tanta manipulación de autoridades y medio de comunicación y ante tanta estupidez de la gente que se lo cree.
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