¿Cuál será el extraño influjo que el Presidente de Rusia ejerce sobre el Presidente de Estados Unidos para que este último se enfrente a todos (incluso con groseros adjetivos y actitudes antidiplomáticas) menos a él? Porque así están las cosas. Trump se ha enfrentado provocadoramente con los países de la Unión Europea; igualmente lo mismo hace pocos días con toda la OTAN; ha descalificado por activa y por pasiva a los servicios secretos de Estados Unidos en todo lo que respecta a la investigación de la evidente intervención de Rusia en las ultimas elecciones presidenciales; de la misma manera ha descalificado la investigación del fiscal especial Robert Mueller (quien recordemos que hace pocos días puso cargos judiciales contra doce espías rusos por asaltar infromáticamente los ordenadores del Partido Demócrata durante la campaña de las elecciones con el objetivo de favorecer a Trump). Pero políticamente se derrite ante la presencia del líder ruso.
Uno: "Nuestra relación con Rusia NUNCA ha estado peor gracias a muchos años de tontería y estupidez de EE.UU. ¡Y ahora, la amañada cacería de brujas!"
Dos: "Tengo confianza real en mi gente de inteligencia, pero debo decirles que el presidente Putin fue extremadamente fuerte y poderoso en su negación."
Tres: “Me han dicho (las agencias de inteligencia) que creen que fue Rusia. Yo no veo ninguna razón por la que podría serlo (...) y el presidente Putin fue extremadamente fuerte y poderoso en su negativa de eso hoy.”
Cuatro: “La investigación (de Mueller) es un desastre para nuestro país.”
Palabras. Solo palabras. Por ahora. Tiempo al tiempo. Ojalá me equivoque.
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