Sabido es que el Gobierno se derrumba. Lo lógico sería convocar elecciones anticipadas. Pero no creo que Pedro Sánchez las vaya a convocar. Hacerlo en estos momentos sería ir a las urnas en unas condiciones de debilidad que muy probablemente le pasarían una alta factura. No le conviene. Como tampoco les conviene a los extremistas de Podemos, partido que se cotiza a la baja frente a Ciudadanos, que casi con toda seguridad le superaría. E igualmente les resulta inconveniente esa convocatoria electoral a secesionistas catalanes, nacionalistas vascos y herederos del terrorismo etarra, que podrían ver como su influencia ante el gobierno desaparece si las matemáticas les son adversas.
Lo lamentable de este asunto es que a los cuatro grupos (ultraizquierdistas, secesionistas, nacionalistas y terroristas) les conviene tener un Gobierno débil, cuanto más mejor, porque así tendrán mayores posibilidades de sacar tajada para sus intereses. En estas circunstancias el futuro se me antoja complicado, con un Gobierno fácil de chantajear por chantajistas políticos profesionales a los que cuanto mayor sea la debilidad del Gobierno, mejor para ellos.
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