Decía yo que a Dolores Delgado le quedaba como ministra lo que tardara Pedro Sánchez en bajarse del avión. Una vez más (como casi siempre que me atrevo a pronosticar algo) parece que me equivoqué.
Porque leo que Pedro Sánchez se ha cansado de aplicar esa vara de medir de la honestidad, la transparencia y demás con la que tanto se llenaba la boca en el pasado y se va a atrincherar junto a sus ministros (y ministras) contra viento y marea.
Vamos a ver cuanto tiempo puede hacerlo. Porque el viento y la marea no parece que vayan a amainar. Más bien da la impresión de que van a ir a peor.
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