La estupidez progre parece que a veces no tiene límites. Son tan progres tan progres que en algunas ocasiones ese progresismo les lleva a caer en manos de uno de los peores integrismos, el musulmán. Y para muestra, un boton.
Bueno, uno no, dos.
El primero: Padres finlandeses permiten que sus hijas adolescentes mantengan relaciones con inmigrantes musulmanes adultos.
El segundo: Tribunal de Finlandia dice que sexo con niños de 10 años “no es violación”.
Así están las cosas en Finlandia. Un ejemplo mucho me temo a seguir por otros países de mente abierta y filosofía progresista. También me temo que cuando despierten de su sueño será demasiado tarde y lo que verán será una pesadilla de la que no podrán escapar, porque se habrá convertido en la terrible realidad.
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