viernes, 16 de noviembre de 2018

La Iglesia Católica española mata al mensajero

No es que eso de matar al mensajero sea un defecto únicamente de la Iglesia Católica. Porque todos (o casi todos, porque toda generalización entraña injusticia) los colectivos cuando enfrentan noticias contrarias a sus intereses se defienden atacando a la fuente de la noticia, acusándola directamente de mentir o, cuando ello no es posible, de hacerla pública con aviesas y ocultas intenciones. Repito, no es exclusivo el defecto de la Iglesia Católica. Pero, por lo que vamos a ver, también lo comparte.

Y es que, a raíz de los casos que se van conociendo de pederastia dentro del clero católico español y la protección de los mismos por parte de sus superiores eclesiásticos, a José María Gil Tamayo, que es el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, no se le ha ocurrido otra cosa que esa poco original idea de matar al mensajero. Y nos consta por partida doble.

En El País: Tras reconocer la responsabilidad y el silencio de la Iglesia ante la pederastia, Gil Tamayo ha asegurado que en España existe una campaña "intencionalizada" para desacreditar a esta institución y en la que no se duda, incluso, en instrumentalizar a las víctimas y convertir su testimonio en un espectáculo. En su opinión, se está "criminalizando" a la Iglesia mediante una campaña mediática y política con el objetivo de "desacreditar a una institución que puede levantar la voz ante otras cuestiones e interesa callarla".

En Europa Press: El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha denunciado que en España en estos momentos se está produciendo una "inquisición laica" contra la Iglesia católica al ponerse el "foco" en los casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia. ... Si bien, ha pedido "no criminalizar" a la Iglesia, algo que a su parecer, se está haciendo en estos momentos en España "dirigiendo el foco sobre el clero y extendiendo un manto de sospecha social de manera interesada con toda una estrategia político mediática".

Supongo que con eso de "la campaña mediática" se refiere, sin decirlo, a la activa campaña de periodismo de investigación que está haciendo El País para destapar todos los casos de pederastia que pueda que afecten a la Iglesia Católica en España. Puede que las intenciones de este diario no sean las mejores. Puede también que su interés, como dice Gil Tamayo en otra parte, sea más desacreditar a la Iglesia que defender a las víctimas. Pero lo mismo se puede aplicar a la Iglesia Católica. ¿Cuáles son las intenciones de la Iglesia Católica cuando trata este tema, hacer todos los esfuerzos para sacar a relucir la verdad o simplemente hacer los mínimos esfuerzos para actuar de cara a la galería? ¿Está más interesada la Iglesia Católica, cuando trata este tema, en resarcir a las víctimas (emocionalmente, socialmente, económicamente, etc.) o en protegerse a sí misma?

Claro que la Iglesia Católica, en el mundo en general y en España en particular, estaría mucho más cómoda si pudiera impedir esa "estrategia político mediática" de la que habla Gil Tamayo. Pero por fortuna no puede. Los tiempos en que controlaba al poder político y a la prensa ya pasaron. Muy a su pesar. Ahora solo le queda la vulgar estrategia de matar al mensajero, ya que la noticia no la puede ni negar ni prohibir su publicación.

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