Al final no ha habido terremoto electoral en Estados Unidos hacia ningún lado. Los republicanos se quedan con el Senado y los demócratas le quitan a estos el control de la Casa de Representantes. Un terremoto hubiera sido que cualquier partido hubiera ganado las dos cámaras,
algo que no ha sucedido.
¿Y ahora qué va a pasar? Pues que nos espera una larguísima campaña electoral hasta la elección presidencial de 2020, porque si las elecciones presidenciales estadounidenses son siempre muy abiertas, las próximas lo serán aún más, con una sociedad completamente dividida en pro-Trump y anti-Trump todo apunta que a partes casi iguales.
Eso, si es que Trump llega a las presidenciales. Porque cabe la posibilidad de que algo (o mucho) pase y salga a través del famoso impeachment.
Sea como fuere, nos esperan dos años sumamente interesantes en la política estadounidense. Espero estar por aquí para comentarlo.
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