Supongo que yo soy un dinosaurio de la época de Korchnoi y Karpov y de Kasparov y Karpov. Pero creo que el ajedrez mundial se está devaluando a pasos agigantados. Están tratando de que el ajedrez se convierta en un espectáculo y eso va en detrimento de lo que es el ajedrez. Y con visos de empeorar.
El caso es que en el mundial que acabó ayer el noruego Magnus Carlsen ganó al italoamericano Fabiano Caruana por tres a cero en las partida rápidas tras haber empatado ambos en las doce regulares. Carlsen, que partía como claro favorito, estuvo flojito flojito. Al final tuvo que ganar por los pelos.
En otro orden de cosas, la Federación Internacional de Ajedrez quiere cambiar las normas del campeonato mundial para atraer nuevos espectadores por internet, en la línea de que haya más espectáculo. Veremos en qué queda la cosa. Pero mucho me temo, como dije en el primer párrafo, que no será nada bueno.
Y también habrá que ver quien es el próximo aspirante que se enfrenta a Carlsen dentro de dos años. Que visto lo visto con el noruego creo que tiene muchas posibilidades de ganarle.
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