Dicen que es posible que al atentado a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández sea un montaje. La verdad, me cuesta mucho creer que un Gobierno pueda llegar a esos límites tan canallescos. Pero lo que sí está claro es que se está aprovechando miserablemente del atentado para, arrimando el ascua a su sardina, culpar a la oposición y medios de comunicación no afines de dicho atentado.
Y es que hace un año el Gobierno de Argentina estaba ya contra las cuerdas. No sigo la actualidad del país austral, pero supongo que a día de hoy (o justo antes del atentado) estará mucho peor. Por lo que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, parece que sus gobernante han decidido ir a por todas e intentar aprovechar el atentado para ver si pueden levantar cabeza en las encuestas de cara a las elecciones del año próximo.
Así que, además de en España, en todos sitios cuecen habas. Aunque parece que en Argentina son cocidas a calderadas.
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