jueves, 15 de septiembre de 2022

Meritocracia y cultura del esfuerzo, sí

Y termino con una cuestión tremendamente relevante, la he leído en 'El País'. Los niños de clase alta -el titular es tremendo- los niños de clase alta llevan casi dos cursos de ventaja escolar; así lo revela una investigación sobre las pruebas que se han hecho a lo largo de la última década en la Comunidad de Madrid; a más nivel socioeconómico mejores resultados en absolutamente todas las asignaturas, sin excepción. Ahora justamente que hablamos, o que volvemos a recurrir a ese debate sobre "la meritocracia" o "la cultura del esfuerzo". Parece que algunos acuden a esa partida con las cartas trucadas.

Palabras en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Tercera hora - 14/09/22, minuto -25.29, de la "número 2" del programa, Meritxell Planella. Teóricamente era un aséptico resumen de prensa, pero al parecer no pudo reprimir dar su opinón sobre el asunto. Con esas palabras queda clara su inclinación a la izquierda (la misma que Íñigo Alfonso, dicho sea de paso, pero él la disimula bastante más).

Busqué el artículo y es de pago. Pero encontré otro donde se pueden leer los datos. Y también el estudio en sí.

Pero, hablando de ese debate sobre "la meritocracia" o "la cultura del esfuerzo", en palabras de nuestra progre periodista, al que algunos acuden con las cartas trucadas, ¿cuál es la alternativa? Claro, no la ofrece. Porque no la hay. Los resultados son los que son porque todo apunta a que los alumnos de rentas más altas tienen mayor apoyo en casa. Y por eso se esfuerzan más. Se puede, por supuesto, igualar a todos por abajo; que es lo que están haciendo con la reciente reforma educativa. Pero eso no va a resolver el problema. Tal vez lo retrase, es todo. Porque cuando esos chicos lleguen a la universidad las diferencias aparecerán. Y ahí no hay alternativa. Con la diferencia de que el choque va a ser brutal para todos (evidentemente para unos más que para otros), por el bajo nivel educativo del que proceden. Lo que va a pruducir unos índices de fracaso universitario altísimos. Pero para entonces los que hicieron la reforma educativa ya no estarán, claro.

Por cierto, que si "la meritocracia" o "la cultura del esfuerzo" no se aplican dentro de la educación pública, se aplicarán en la educación privada respecto a la pública. Con unas consecuencias de una enorme diferencia de posiciones laborales y por ende económicas entre los primeros y los segundos. Y todo debido a un gobierno socialcomunista, que ya es decir.

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