Esa verdad que el mundo prefería ignorar, mirando para otro lado, era el fanático terrorismo islámico, del cual venía siendo objetivo de forma sistemática Israel, ante la vuelta de mirada para otro lado de la casi totalidad de la comunidad internacional.
Pero cuando ese fanatismo religioso atacó el corazón mismo de la civilización occidental (Nueva York y Washington), el mundo se vio obligado a enfrentarse a la cruel realidad de que esos fanáticos habían emprendido (desde mucho tiempo atrás) una guerra contra todo lo que tuviera una visión distinta de la que ellos tenían.
Era Israel desde hacía mucho, en ese momento fue Estados Unidos, y más tarde llegarían España, Gran Bretaña, India, etc. Hoy por hoy el mundo es consciente (al menos la parte pensante de él) de que cualquier país que no les haga el juego a estos miserables corre el riesgo de ser atacado por medio de un acto terrorista indiscriminado de grandes proporciones.
La civilización occidental se enfrenta al mayor desafío desde que cayó el comunismo: Enfrentarse al mahometanismo o rendirse a él.
Lo lleva usted claro. Fíjese, señor Palacios, lo que acaba de decir nuestro presidente del Gobierno en Helsinki.
ResponderEliminarUn saludo.
Para los que crean que fué un ataque contra EEUU y 'que se jodan' deben saber que murieron más de tres mil personas procedentes de 83 países y con creencias religiosas de toda clase, incluída la musulmana.
ResponderEliminarUn especial recuerdo a todos los que desaparecieron en ese tragico día.
ResponderEliminarY una puntualización, el 11-M por lo que va apareciendo no fue obra del terrorismo islamico, por favor no lo incluyas aqui hubo algo mas que eso ETA, parte del Estado (GAL) conocimiento del PSOE?.. pronto sabremos la verdad.