Si llega a confirmarse, alucinante lo del cambio en el Ministerio de Industria. A un Ministro, José Montilla, cuyos méritos para ostentar la cartera (aparte del más importante, ser catalán) son haber estudiado un año de Derecho y dos de Económicas, le sucederá otro, Joan Clos, que para dirigir el área industrial española mostrará un currículum de anestesista (y, por supuesto, ser catalán).
Estamos hablando, por lo tanto, no de lo más lógico en cualquier democracia civilizada, que es colocar en el puesto al más capacitado, sino de utilizar el Ministerio de Industria para que el Gobierno de la Nación pague el peaje de la cuota correspondiente al PSC. Y lo anterior está hecho, además, de forma pública y descarada.
No sé si España ha dejado de ser una democracia, o ha dejado de ser políticamente civilizada, pero está claro que con estos numeritos no se puede ser las dos cosas a la vez. O somos una democracia caciquil tercermundista, o somos un país civilizado con un déficit democrático más que preocupante. O, a lo peor, estamos yendo por el camino de no ser ni democráticos ni políticamente civilizados.
En cualquier caso algo que me parece muy llamativo y extremadamente preocupante es que aunque todos estos desmanes políticos se están cometiendo, como dije antes, de forma pública y descarada, a la gran mayoría de los españoles no parece preocuparles en absoluto. Estamos viendo, como he leído no recuerdo donde, a una sociedad española anestesiada políticamente, que prefiere mirar para otro lado ante los desmanes del lamentable Gobierno que la dirige. Esperemos que no despierte de esa anestesia cuando ya sea demasiado tarde.
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