Me entero de que en Kenia al menos 30 personas, pero que podrían ser incluso 40, que se habían refugiado en una iglesia cristiana, murieron quemados vivos cuando un grupo de fanáticos prendieron fuego a la iglesia. Con ser terrible, es solamente uno de los muchos sangrientos hechos que están ocurriendo en el mencionado país africano.
Simplemente espantoso. Uno es consciente de la maldad que anida en el corazón del ser humano, pero cuando se la encuentra de frente, con toda su horrible cara, la verdad es que se le contrae el corazón, como me ha pasado en el presente caso.
Lo cierto es que la persecución a los cristianos no es cosa del pasado, sino que, por desgracia, es cosa del presente, y en el día de hoy nos vemos obligados a leer de cristianos que están dando su vida por su fe.
Y lo peor es que son crímenes que, como el actual, lo más probable es que quede en la más absoluta impunidad. Pero gracias a Dios de que El, con justicia, juzgará un día éste y todos los demás crímenes cometidos por el ser humano contra el ser humano.
Si no sale en la CNN no existe. Y a la CNN solo le interesa lo que le interesa.
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