Rajoy apuesta el PP a todo o nada

Muy seguro tiene que estar Mariano Rajoy de su triunfo en las elecciones generales del 9 de Marzo para tomar la decisión que ha tomado de prescindir en el Congreso tanto de Alberto Ruíz-Gallardón como de Esperanza Aguirre (victoria de la cual me alegraría profundamente, pues si Rajoy no me simpatiza como político, la alternativa, Zapatero, me parece simplemente detestable).

Y es que a mi modo de entender (y si me equivoco pido que alguien me rectifique) los únicos políticos que podrían suceder a Rajoy en caso de una no deseable derrota de éste serían los dos mencionados. Aparte de ellos nombres como Acebes o Zaplana supongo que caerían en la misma jugada perdedora que Rajoy, o si liderasen la Oposición sería tanto como hacerlo con un perfil tan bajo que garantizarían a Zapatero una nueva victoria.

Por eso alejar del Congreso a Esperanza y a Alberto me parece una apuesta en la que Rajoy no se juega nada (si pierde las próximas elecciones es político acabado, con ellos o sin ellos en la Cámara), pero el PP se lo juega todo. Si el PP gana bajo la dirección de Rajoy, fantástico, pero ¿y si no? ¿Quién va a liderar ese partido para transformarlo en alternativa en las siguientes elecciones? España no es Estados Unidos, y en España el verdadero líder opositor a sustituir al Presidente debe estar en el Congreso. Y en ese Congreso no estarán, como he dicho, los dos únicos políticos del PP que creo que hoy por hoy, en una eventual ausencia de Rajoy, podrían sustituir a Zapatero en La Moncloa, que son Ruíz-Gallardón y Aguirre (en ausencia del mejor de todos a mi entender, Rodrigo Rato, incluso mejor que el propio Rajoy, pero esa es otra historia).

Como digo, espero que Rajoy tenga datos que le aseguran su victoria el 9 de Marzo, y que basándose en ellos ha preferido sacarse de encima el incordio que sería Gallardón. De lo contrario podríamos estar asistiendo a la permanencia en Moncloa de Zapatero por ocho años más, que, sumados a los actuales cuatro, lo convertirían en el Presidente con más años en el cargo, doce. Y personalmente, visto lo que da de sí el personaje, mucho me temo que España no aguantaría algo así; por lo menos la España que conocemos hoy en día, que en las manos de este sujeto por dos legislaturas más podría dejar de existir como tal.

Lo dicho, le deseo a Mariano Rajoy la mayor de las victorias, por el bien del PP (que no me importa mucho, dicho sea de paso) y por el bien de España (que me importa muchísimo, dicho sea también de paso).